Comuna 12 Saavedra - Villa Urquiza - Villa Pueyrredón - Coghlan

Iglesia San Patricio - Masacre de los Palotinos

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Iglesia San Patricio - Masacre de los Palotinos

Fue uno de los tantos crímenes horrendos de la dictadura militar y genocida, en el que fueron asesinados los padres Alfredo Leaden, de 57 años, superior de los Palotinos en Argentina; Pedro Duffau, de 68 años, vicario parroquial y profesor retirado, y Alfie Kelly, 43 años, párroco de San Patricio y Decano de la zona. Con ellos fueron asesinados los jóvenes seminaristas: Salvador Barbeito, de 30 años, próximo a ordenarse y el postulante Emilio Barletti, de 24 años

En la gris mañana de aquel 4 de julio de 1976, RolandoSavino, un joven de 16 años que era el organista de la parroquia, descubrió la tragedia. Según su relato, llegó a la iglesia temprano. Algunos feligreses impacientes tocaron el timbre y dieron golpes en las puertas, sin obtener respuesta. Entonces Rolando dio un rodeo a la casa, encontró una banderola entreabierta, trepó y entró. En la sala de la comunidad, encontró los cuerpos de los cinco religiosos, tirados en el suelo. La atrocidad fue cometida poco después de que el padre Kelly denunciara desde el púlpito que estaban haciendo remates de los bienes robados a los desaparecidos y que feligreses de su iglesia habían participado de ellos. La homilía quedó en la memoria como "el sermón de las cucarachas", calificativo que Kelly usó para describir a aquellos que ya no podía seguir llamando "ovejas de su rebaño". Nunca se conocieron a los autores del crimen y las sombras siguen protegiendo desde entonces a los que ejecutaron esa masacre. La comunidad sigue reclamando Verdad y Justicia.

Las baldosas por la memoria fueron colocadas el 4 de julio de 2018 por jóvenes de la Comunidad Palotina y la Mesa por Memoria y Derechos Humanos de la Comuna 12 en el marco del 42° aniversario de lo que se conoció como la “Masacre de San Patricio”. Entre los oradores que cerraron el acto fueron Estela de Carlotto y Daniel Goldman. Las marcas urbanas son tres, y en una de ellas, rodeadas por los fragmentos de color que caracterizan las marcas, están impresos para siempre -como en la memoria- los nombres de los tres sacerdotes y los dos seminaristas. Otra lleva la frase del Papa Francisco y cierra con otro fragmento de esa homilía con motivo de los 25 años que se convirtió en consigna: “Juntos vivieron y juntos murieron”.